De forma muy técnica entendemos que los aceites esenciales son los líquidos volátiles que son destilados de las plantas, incluyendo sus partes respectivas, tales como semillas, corteza, hojas, tallos, raíces, flores, frutas, etcétera.

Los Aceites Esenciales existen desde hace mucho tiempo y desde siempre ha cambiado la manera en la que son extraídos, sin embargo la mejor forma de obtener aceite esencial sin perder las propiedades de la planta, es por arrastre de vapor y destilación. A través de esa forma se puede garantizar que se cuenta con la mejor calidad en aceites esenciales; ademas de que existen medidas de Certificación de Grado Puro a las que son sometidos, esto con el fin de brindar formas alternativas y naturales 100% seguras para su aplicación.

Cuando nos adentramos al mundo de los aceites esenciales, descubrimos tantas alternativas que nos brindan en la parte emocional y física. De ahí la importancia de siempre buscar aceites certificados puros y de grado terapéutico, ya que de otra manera es posible que no den los resultados deseados y, en algunos casos, pueden ser extremadamente tóxicos.

La concentración que existe en los aceites esenciales es alta; por eso lo recomendable es siempre leer las etiquetas, seguir al pie de la letra las indicaciones y sobretodo la constancia. Las personas que los hemos probado sabemos que el lema menos es más aplica muy bien a los aceites esenciales, esto quiere decir que no necesitamos grandes cantidades para que nuestro sistema lo reconozca y funcione, sino al contrario los aceites esenciales de grado terapéutico casi siempre se aplican diluidos con aceite portador y en pequeñas dosis, ya que nuestro cuerpo reconoce las propiedades del aceite desde los primeros 2 segundo de tener contacto con él.

Vía: MyDoterra